Hoy se conmemora el Día Internacional de No Más Violencia Contra las Mujeres. Hago una pausa en mi quehacer diario para unir mi voz a este reclamo. Atentar contra la mujer, es atentar contra el progreso saludable de cualquier sociedad. Este tipo de violencia es un cáncer que destruye a la familia; y por tanto, a todo un país.

Usualmente, cuando hablamos de violencia contra la mujer, imaginamos la agresión física como la única agresión posible, pero la violencia contra la mujer tiene distintas formas. En el hogar, adjudicando roles de sumisión; en el trabajo, con el hostigamiento o al negarle las oportunidades de crecimiento profesional. En la sociedad, discriminando por género, creyendo que el rol de la mujer es menos importante en nuestra sociedad que el del hombre.

El antídoto para ese mal es la equidad. Cuando hablamos de equidad nos referimos a la igualdad de oportunidades, condenar el sentido propietario del hombre sobre la mujer, el discrimen; la falta de oportunidades. Porque la violencia de género surge de esa inequidad.

La inequidad sencillamente, alimenta la violencia.

Por eso, atender el discrimen que sufren las mujeres en su dignidad humana es prioridad para mí.

En Puerto Rico, miles de mujeres son víctimas de violencia doméstica cada año. Esto es intolerable. Por esa razón, nuestro compromiso está en: educar en equidad, fortalecer el sistema de seguridad, apoyar las iniciativas de prevención dirigidas a erradicar la violencia contra la mujer en todas sus modalidades, aumentar las oportunidades para nuestra juventud y nuestras mujeres para que estén libres de estereotipos y sexismos.

Para combatir la violencia contra las mujeres es imperativo que eduquemos para que todas las relaciones se desarrollen desde el reconocimiento de la igualdad, del respeto a la dignidad humana y desde una cultura de paz.

En solidaridad con todas las organizaciones y las personas que en su carácter individual trabajan diariamente para lograr la eliminación de todas las formas de violencia contra las mujeres, exhorto a las jefas y los jefes de agencias o entidades de la Rama Ejecutiva, así como a la Rama Judicial y a la Asamblea Legislativa, a unirse a las expresiones públicas de repudio a todo tipo de violencia, y hoy, especialmente a la violencia contra las mujeres.

Exhorto a la ciudadanía en general a continuar movilizándose contra la violencia de género, a fomentar relaciones saludables y a no permanecer en silencio cuando sean testigos o víctimas de una situación de violencia contra las mujeres. Trabajemos juntos para lograr una sociedad más justa y equitativa para todos.

Alejandro García Padilla
GOBERNADOR DEL ESTADO LIBRE ASOCIADO DE PUERTO RICO